jueves, 21 de abril de 2016

Miércoles noche

 
Desde mi vuelta de Berlín la rodilla me mataba y ya no me duele.  

Estoy aprendiendo a aceptar. Así, sin más.

Hace casi un mes puse mi primera reclamación en consumo.

Me he dado cuenta que nadie es como se muestra al resto. 

He visitado Valencia, por primera vez, y me ha encantado. 

Tomo baños de sal gorda una vez por semana. 
 
Me cuesta más mirar a un desconocido a la cara que sentirme observada por el/ella.

Solo son reales las cosas físicas, todo lo demás está en nuestra cabeza. 
 
Tengo localizadas a las personas tóxicas que están cerca de mí.

El placer de abrazarse cada noche.

Compasión, bonita palabra. 

Ayer aprendí que para ser grande hay que estar con la gente, no por encima de ella.

Tengo muchas ganas de verano y mar.

Hoy me ha acariciado una mujer que no conocía.